La locución es un trabajo riguroso. Al igual que un atleta que desea sobresalir en deporte, se requiere que el actor de voz entrene y haga ejercicio diariamente, y calentar la voz antes de cualquier sesión de práctica o un trabajo de locución real.
Como las cuerdas vocales y otros músculos de la laringe se componen de fibras musculares esqueléticas, entonces con cualquier tipo de movimiento físico, estos músculos tienen que ser calentados para que den los mejor de si.
A continuación se muestran algunos ejemplos de ejercicios de calentamiento que puedes probar.
Respiración Relajada
Esta relajación de respiración libera la tensión que pueden interferir con la producción de una voz efectiva. Si hay tensión cuando se respira, la tensión se irradia a los músculos de la caja de voz.
- Asegúrate de que tus hombros y pecho estén bajos y relajados.
- Toma una respiración normal y luego exhale.
- Mantén un sonido “s” a manera de silbido al exhalar.
- Asegúrate de que tus respiraciones se centren en la parte baja del abdomen; puedes colocar tu mano sobre el abdomen para recordarte que debes mantener la atención en la parte baja y lejos del pecho y los hombros.
- Repetir varias veces.
Liberación de la Mandíbula
La liberación la mandíbula reduce la tensión en la zona de la boca y la mandíbula durante el habla.
- Coloca los talones de cada mano justo debajo del hueso de la mejilla.
- Empuja hacia adentro y abajo de las mejillas hacia la mandíbula, masajea los músculos faciales.
- Permite a tu mandíbula abrirse de forma pasiva al mover las manos por la cara.
- Repetir varias veces.
Trinos de Labio
Los trinos de labio libera la tensión de los labios y pliegues vocales. Además, conecta la respiración y el habla.
- Coloca tus labios juntos sin apretar, libera el aire en un flujo constante para crear un sonido trino o de frambuesa.
- Primero libera el aire haciendo un sonido “h”. Mantén el sonido constante y mantén el aire moviéndose por los labios.
- Repite pero esta vez haciendo un sonido “b”.
- Repita el trino b deslizando suavemente hacia arriba y hacia abajo las escalas.
Recuerda no empujar más allá de lo que es cómodo en la parte superior o inferior de la escala.
Trino de lengua
El trino de lengua relaja la lengua y compromete la respiración y la voz.
- Colocar tu lengua detrás de los dientes superiores.
- Exhala y trina la lengua con un sonido “r”.
- Mantén el sonido constante y mantén la respiración conectada.
- Trata de variar el tono hacia arriba y abajo de la escala, mientras trinas.
Una vez más, recuerda no ir más allá de lo que es cómodo para ti en la parte superior o inferior de la escala.
Dos octavos de escala
Haciendo los dos octavos de escala proporcionará el máximo estiramiento en tus cuerdas vocales.
- Comienza en un tono bajo y suavemente amplia en un sonido “mi”; no empujes demasiado la parte superior de tu rango, pero poco a poco aumenta cada vez que te deslices hacia arriba.
- Entonces invierte y desliza hacia abajo la escala desde la parte superior a la inferior en un sonido “i”. También intenta esto usando el sonido “oo”; de nuevo no pujes demasiado pronto a la parte inferior de tu rango, sino con cuidado desliza hacia abajo las escalas.
Sonido de sirenas
El ejercicio de sonido de sirenas mejora el foco de resonancia del sonido y se pone a trabajar en el tramo máximo de tus cuerdas vocales.
- En la inhalación, pon tu boca como si estuvieras chupando un espagueti.
- Cuando exhales, realiza el sonido “woo”; esto debe sonar como un zumbido.
- Mantén el sonido constante de 2-3 intentos.
- Luego haz el sonido “woo” para subir y bajar las escalas.
Zumbar
Zumbar señala las vibraciones frontal anterior en los labios, los dientes y los huesos faciales.
- Comienza con tus labios suavemente cerrados con la mandíbula suelta.
- Luego inhala y exhala mientras haces el “zumbido”.
- Luego haz el sonido nasal “m” y desliza suavemente desde un tono alto hasta uno bajo como si estuvieras suspirando.
Enfriar
Después de pasar por los calentamientos y ejercicios vocales, y el uso vocal intenso, es importante hacer un enfriamiento vocal.
Una buena manera de enfriar tu voz es zumbar suavemente, centrando el sonido en los labios. Zumbar suavemente y deslizar usando el sonido “m” sintiendo una vibración y cosquilleo en el labio o la nariz.
Comienza a planificar una rutina diaria de calentamiento, ejercicios vocales y de respiración. No hay una norma cuando se trata de estos ejercicios. Se puede crear una versión o una rutina propia sobre la base de lo que es cómodo para ti, y lo que encuentres eficaz, teniendo en cuenta que estas actividades vocales deberían preparar tu voz para el trabajo por delante, mejorar tu rendimiento, ayudar a prevenir las lesiones vocales, y no trabajar en exceso en ello.